Printeria, la máquina capaz de imprimir en el ADN de una bacteria

Las bacterias son los organismos más abundantes del planeta. Podemos encontrar bacterias en todos los hábitats terrestres y acuáticos: en aguas calientes, en desechos radioactivos, en las profundidades del mar o en el interior de la corteza terrestre. Y gracias al trabajo que están desarrollando diez alumnos de la Universitat Politècnica de València, en un futuro no muy lejano, podremos también modificarlas de forma casera con una máquina sencilla del tamaño de una caja de zapatos.

El artilugio en cuestión se llama Printeria y es el proyecto con el que la UPV competirá en iGEM 2018, el concurso de biología sintética que organiza anualmente el Massachussets Institute of Technology (MIT) en Boston (EE UU). Hoy por hoy, está pensado como una poderosa herramienta didáctica, artística y como un sistema de automatización de procesos de laboratorio. Pero a medio plazo, podría servir incluso para imprimir insulina en casa.

Tan fácil como una impresora doméstica

Printeria consta de un software, un hardware y un kit compacto de laboratorio. Y, pese a su apariencia, es tan sencillo de manejar como una impresora doméstica. De hecho, cuenta con un sistema de carga de líquidos a la manera de cartuchos de impresora, y como ellos, se sustituyen por recambios cuando se agotan. ”Es intuitivo, es simple, es doméstico y puede cambiar el mundo”.

Como otras revolucionarias impresoras 3D, Printeria tampoco usa tinta como material de impresión, sino una amplia colección de piezas de ADN que, gracias a la tecnología Golden Gate, se ensamblan para obtener diferentes unidades de transcripción, que modifican genéticamente un chasis bacteriano específico.

“La idea es que los profesores de instituto puedan tener uno en clase para que los alumnos pasen de la teoría a la práctica y aprendan in situ a modificar organismos genéticamente, empezando por lo básico: añadir fluorescencia a una bacteria o un aroma a menta. Y que, con ello, pierdan el miedo a la biología sintética”, explica Roger Monfort, estudiante del Grado en Ingeniería Biomédica y líder de iGEM UPV.

Printeria para investigadores y para bioartistas

“Pero tiene más aplicaciones. Hemos previsto una versión profesional para investigadores, equipada con un software más completo. Será como tener un laboratorio convencional en un tamaño mini que, gracias a sus opciones más avanzadas, puede automatizar procesos de modificación genética más complejos. Con eso, liberamos al científico de las prácticas más mecanizadas y garantizamos la calidad del resultado puesto que secuencia operaciones que ahora se hacen prácticamente a mano”, añade Monfort.

“Y, por último, permite al bioartista producir sus propias materias primas a partir de organismos vivos. En el bioarte se utilizan bacterias, tejidos, cultivos, etcétera como expresión de multitud de posibilidades creativas. Printeria facilita y democratiza este tipo de arte experimental, puesto que pone al alcance de cualquiera materiales vivos y únicos”, concluye el líder de iGEM UPV.

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Alumnos de diversas titulaciones

iGEM UPV forma parte de Generación Espontánea, el programa de la UPV que reúne a sus equipos más competitivos e internacionales. El equipo está formado por diez estudiantes de diversas disciplinas: Biotecnología, Ingeniería Biomédica, Ingeniería Informática, Ingeniería en Tecnologías Industriales, Ingeniería Eléctrica y Bellas Artes. A todos ellos les espera un intenso verano en el laboratorio.

 

La Universitat Politècnica de València participa en iGEM desde el año 2006 con excelentes resultados. Todos los proyectos presentados (siempre en colaboración con el Instituto Universitario Mixto de Biología Molecular y Celular de Plantas, el IBMCP) obtuvieron la máxima valoración del jurado (medalla de oro) y dos de ellos, Sexy Plant, en 2014 y Hype It, en 2016, consiguieron además premios especiales.

 

iGEM (International Genetically Engineered Machine)

iGEM (International Genetically Engineered Machine) comenzó en 2003 como una competición de verano dirigida a los alumnos del MIT. Un año después, la prueba se convirtió en internacional y, en esta edición, hay inscritos 340 equipos de todo el mundo. El concurso tendrá lugar del 25 al 28 de octubre en Boston.

Fuente: UPV