Conversamos con José Miguel Mulet, profesor de la ETSEAMN, vicedirector del IBMCP (Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas) y uno de los divulgadores científicos de referencia a nivel nacional.
- Buenos días, antes de todo nos gustaría conocerte mejor por lo que te pedimos que te presentes a tus compañeros, ¿quién es José Miguel Mulet?
Pues soy alguien que nació en Dénia hace 50 años. Estudié Química en la Universidad de Valencia e hice la tesis doctoral en el politécnico en el laboratorio de Ramón Serrano. Después me fui tres años de postdoctoral en la Universidad de Basilea (Suiza) y desde el año 2008 también doy clases. Estuve el primer año en el Campus de Gandía y luego en la ETSEAMN.
Durante 12 años fui director del Máster de Biotecnología Molecular y Celular de Plantas que organiza el IBMCP, instituto mixto del CSIC y la UPV en el que realizo la investigación y del que desde hace unos meses soy vicedirector.
- Eres IP, catedrático y llevas publicados 10 libros en 10 años. ¿De dónde sacas el tiempo?
Pues pasando muchas horas al día en mi despacho, y tratando de aprovechar todo el tiempo que estoy aquí. No creo que haya ningún secreto. Quizás es cierto que escribo bastante rápido, sería lo único.
Si no investigara no podría contar cosas de primera mano a mis alumnos, y sería más complicado escribir un libro de divulgación.
- Como te defines: ¿divulgador, docente o investigador?
Creo que viene a ser todo lo mismo. Si no investigara no podría contar cosas de primera mano a mis alumnos, y sería más complicado escribir un libro de divulgación, de la misma manera, cuando me documento para escribir un nuevo libro encuentro material que luego aprovecho en clase o ideas nuevas para investigar.
La docencia y la interacción con los alumnos es muy útil para saber cómo tienes que decir las cosas para que la gente te entienda, lo que viene bien para escribir libros o pedir proyectos de investigación.
Si estamos recibiendo fondos públicos e investigando, parte de ese esfuerzo tiene que revertir a la sociedad, ya sea en forma de ciencia aplicada o de divulgación y conocimiento.
- ¿Crees que es importante la transferencia?
Creo que si estamos recibiendo fondos públicos e investigando, parte de ese esfuerzo tiene que revertir a la sociedad, ya sea en forma de ciencia aplicada o de divulgación y conocimiento. El problema es que muchas universidades todavía no tienen claro que todos los aspectos son necesarios. Tengo muchas anécdotas en ese aspecto.
Por ejemplo, en uno de los primeros libros, después de haber ganado el premio Prismas, le pregunte a la Universidad si iba a sacar nota de prensa para anunciar la publicación. La respuesta fue que “eso formaba parte de mi actividad personal fuera del ámbito universitario, por lo que no podían informar”. Algo parecido pasó cuando pedí que valoraran las columnas de divulgación científica que escribo para el “El País Semanal”. Estos dos méritos los incluí en la solicitud del sexenio de transferencia y me lo dieron. La Universidad me felicitó por conseguir ese sexenio ¿En qué quedamos?
- Adentrándonos en una vertiente más personal y distendida, ¿qué lema o frase te sirve de inspiración?
Dando clases en una Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural no puede ser otra que la que puse en mi tesis doctoral y en la introducción de uno de mis libros: “Exponía el rey de Brobdingnag como opinión suya que aquel que consiga que crezcan dos mazorcas de maíz o dos briznas de hierba donde antes solo crecía una, merece lo mejor para sí y hace más servicio a su país que todos los políticos juntos.” Jonathan Swift (Los viajes de Gulliver).
¿Soy el único que cuando oye el nombre de Elon Musk piensa en un ambientador barato?
Como científico, la que más me inspira es la del premio nobel Max F. Perutz: “Cuando nos acercamos a la condición del hombre común, hay una gran diferencia entre el enfoque del cura, del político y del científico. El cura persuade a los humildes de soportar su duro destino; el político les urge a rebelarse contra él; y el científico piensa en un método que elimine por completo el duro problema. Por tanto, la ciencia ha acercado el reino de la libertad.”
Esta también la puse en mi tesis y en la introducción de “Transgénicos sin miedo”, por lo que llevan ya mucho tiempo acompañándome.
- ¿Acabará Elon Musk con Twitter o sucederá lo contrario?
Todas las redes sociales o portales de internet tienen una vida determinada, de hecho, muchos han desaparecido o han quedado reducidos a la mínima expresión por mala gestión o por cansancio de sus usuarios.
¿Alguien se acuerda de Tuenti, Google+, Geocities, MySpace o Second life? ¿y de Bananity? La media de edad de los usuarios de Twitter y de Facebook empieza a ser elevada,.
¿Alguien se acuerda de Tuenti, Google+, Geocities, MySpace o Second life? ¿y de Bananity? La media de edad de los usuarios de Twitter y de Facebook empieza a ser elevada, por lo que está claro que si no hay recambio acabarán despareciendo, con o sin Elon Musk. Por cierto, ¿soy el único que cuando oye su nombre piensa en un ambientador barato?
Cada vez paso menos tiempo en redes sociales y valoro más mi privacidad. Debe ser que me hago mayor.
- Si desaparece Twitter, ¿te pasarás a Mastodon?
Cada vez paso menos tiempo en redes sociales y valoro más mi privacidad. Debe ser que me hago mayor. Cuando me enteré de lo que era Mastodon me dio mucha pereza y, a día de hoy no me atrae la idea, aunque nunca digas de esta agua no beberé.
- La pizza, ¿con o sin piña?
En “Comemos lo que somos”, mi último libro, cuento la historia de la pizza con piña, inventada por un emigrante griego en Toronto, con piña de bote. Dicho esto, mi plato preferido no son las pizzas y con piña solo me la comería por castigo.
- En invierno, ¿calcetines para dormir?
Sin. Soy muy poco friolero.
- Las vacaciones, ¿mar o montaña?
¿Por qué hay que elegir? Me gustan los dos.
- Por último, el café ¿solo o con leche?
Lo mismo, depende de la hora del día, pero me lo tomo de las dos maneras. Eso sí, sin azúcar ni sacarina. Me gusta amargo como la vida.